Un estudio titulado "Probabilistic estimation of the source component of seismic hazard in North-Eastern Brazil" indica que existe una probabilidad relevante de que se produzcan terremotos dañinos en la región Nordeste, en las próximas cinco décadas.
La investigación fue realizada por José Augusto Silva da Fonsêca y Aderson Farias do Nascimento, de la Universidad Federal de Río Grande do Norte (UFRN), y Stanislaw Lasocki, del Instituto de Geofísica de la Academia de Ciencias de Polonia, y publicada en la revista científica revista Cell.
Los resultados fueron alcanzados a través del análisis de datos del catálogo de la Red Sismográfica Brasileña (RSBR) para el período de 1990 a 2020, considerando cuatro regiones que incluyen diferentes municipios de la región. Según el estudio, existe un riesgo significativo para los estados del noreste de enfrentar terremotos con magnitudes entre 4,7 y 5,1 en la escala de Richter.
Los cálculos de los investigadores también indican una probabilidad del 50 % de que ocurra esta catástrofe, afectando estructuras como casas y edificios. Además, existe un 10 % de probabilidad de que se produzcan terremotos con magnitudes entre 5,5 y 6,2, lo que podría suponer riesgos para grandes obras civiles, como represas, parques eólicos, minería, centrales hidroeléctricas y nucleares.
A pesar de la percepción de que Brasil es un país libre de terremotos, los temblores ocurren casi todas las semanas. Solamente el año pasado, el Laboratorio Sismológico de la UFRN registró 182 terremotos en Bahía. Aunque la mayor parte del territorio brasileño está ubicada en la Región Continental Estable (RCS) de América del Sur, una de las menos sísmicamente activas del mundo, aún pueden ocurrir temblores relativamente fuertes.
Los terremotos son causados por la colisión entre placas tectónicas. La litosfera del planeta está fragmentada en varias placas que flotan sobre el manto terrestre. Cuando estas placas chocan, se produce un terremoto. Aunque Brasil se encuentra sobre una gran placa alejada de los bordes, la placa sudamericana presenta grietas y fallas en determinadas regiones. Como consecuencia del intenso movimiento de las placas, estas zonas pueden acumular energía y liberarla en forma de temblores.
Estos temblores resultantes de las grietas son generalmente de menor magnitud, oscilando entre 2 y 4 en la escala de Richter y, en la mayoría de los casos, no son sentidos por la población. Sin embargo, pueden ocurrir temblores más grandes. A principios de año, la región Norte registró un terremoto de magnitud 6,6, el mayor en la historia del país, pero sin registrar daños debido a la profundidad del temblor.
En junio de 2022, en el municipio de Tarauacá, en Acre, se registró un terremoto de 6,5 grados, el segundo más grande de Brasil, también sin víctimas ni daños materiales. En los últimos 45 años se han producido casi un centenar de terremotos en un radio de 250 kilómetros de Tarauacá, sin consecuencias graves. Esto ocurre debido a la cercanía de esta región a la Cordillera de los Andes, una de las zonas con mayor actividad sísmica del planeta.
Dicho esto, los temblores de magnitud 5 se consideran eventos moderados y ocurren con cierta frecuencia en el Noreste, una de las regiones con mayor actividad sísmica de la Región Continental Estable de América del Sur, aunque no sea posible, señala Aderson Farias do Nascimento. Para predecir los terremotos con precisión, las estadísticas pueden ser útiles para prevenir estos eventos, invirtiendo en estructuras duraderas, como puentes y presas.
Nascimento también destaca que una preparación adecuada puede mitigar las consecuencias. Como ejemplo de ello, está la situación actual en Río Grande do Sul, que aún sufre las repercusiones de inundaciones e inundaciones en la región.
Brasil no tiene estructura ni planes para el caso de desastres naturales, ya que no son eventos comunes en el territorio nacional, pero ¿cuánto le están costando a la población de Río Grande do Sul? La situación de Río Grande do Sul debe ser tomada como ejemplo para que la población y los órganos municipales, estatales y federales responsables actúen en el desarrollo de la prevención y sensibilización sobre tales eventos en el país.
Esta preparación implica un seguimiento constante, una defensa civil bien estructurada, asesoramiento de las autoridades públicas, planes de contingencia, códigos de construcción y educación. «Es una cuestión de cambio cultural», afirma Nascimento, subrayando la importancia de una sociedad preparada para estas amenazas.
Referencias:
Terremotos no Nordeste: estudo aponta probabilidades de eventos sísmicos em cidades do Ceará - Ceará - Diário do Nordeste (verdesmares.com.br)
Probabilistic estimation of the source component of seismic hazard in North-Eastern Brazil: Heliyon (cell.com)
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